Miguel Ríos, antes y ahora: así ha sido la vida de éxitos y fracasos del rey del rock español a los 81 años.

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Todo el mundo conoce a Miguel Ríos y conoce su música, pero pocos saben cómo llegó a lograr sus éxitos y cómo es su vida en la actualidad, te lo contamos.

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No, el ‘Himno de la alegría’ no fue la primera canción de Miguel Ríos (81 años), pero sí la que le alzó definitivamente a una fama y un reconocimiento por el que ya llevaba años luchando.

 

 

Cuando hizo esta adaptación (porque se trata de una adaptación de la Novena Sinfonía de Beethoven) ya tenía 25 años y llevaba diez en el mundo de la música.

 

 

Comenzó con solo 16 años, ganando un concurso en ‘Radio Cenicienta’. Con el dinero del premio, se mudó a Madrid y durante un tiempo se hizo llamar Mike Ríos.

 

 

Sin embargo, no fue hasta 1968 cuando su carrera como solista despegó. Desde entones, hasta hoy, todo ha sido éxito y fama.

 

 

Eso sí, no todo ha sido bonito… Y es que hoy puede decir que es un “rockero bueno”, no de los que destrozaban instrumentos.

 

 

El éxito internacional de Miguel Ríos.

 

 

El ya citado Himno de la Alegría logró vender 7 millones de copias y se convirtió en número uno en ventas en Estados Unidos, Europa y Japón.

 

Para él fue el preludio de su primer disco, ‘Mira hacia ti’. Después llegaron muchos otros; ‘Memorias del ser humano’, ‘La huerta atómica’, o ‘Al-Aldalus’, que fueron una evidente progresión hacía el rock más puro, que es lo que siempre le gustó.

 

 

Tanto que en 1978 organizó lo que se llamó ‘La noche roja’ junto al personal de Pink Floyd por primera vez con un nivel equiparable al internacional de la época.

 

 

 

 

Fueron sus años de mayor fama, aunque hubo momentos complicados, como un arresto por fumar marihuana que le llevó a estar casi un mes en una prisión de Carabanchel.

 

 

Aquello no impidió que continuara adelante con su imparable carrera.

 

De hecho, fue después de aquel episodio cuando ‘Rock & Ríos’, un álbum grabado en directo, se convirtió en el gran trabajo de rock de la época.

 

Hoy sigue siendo considerado uno de los álbumes más emblemáticos de la historia del rock nacional.

 

 

Miguel quiso ir más allá. Comenzó a cogerle el gusto al reconocimiento mediático y a lidiar con los fans y pisar los platós de televisión.

 

Presentó ‘¡Qué noche la de aquel año!’ y recibió un Premio Ondas por ese trabajo.

 

También ha sido condecorado a lo largo de los años con Las Medallas de Oro de la Ciudad de Granada, de las Bellas Artes y la de Andalucía.

 

 

 

 

Toda esta trayectoria deja más que claro que él ha sido un gran impulsor de la música española, concretamente del rock.

 

 No solo sobre el escenario, sino detrás de él también. En 1993 comenzó a trabajar con su propia discográfica, ‘Rock & Rios Records’, con la que impulso a otros artistas.

 

 

Así, mientras seguía componiendo y cantando, producía a otros artistas que podían elevar el arte español.

 

 

¿Miguel Ríos se retira?

 

 

Era 2010 cuando Miguel decidía dejar de crear música. Llegó a despedirse del público con ‘Bye, bye Ríos’, su intención era retirarse, pero no lo hizo del todo.

 

En 2018, volvió a los escenarios con Symphonic Ríos, junto a una orquesta, e hizo una gira con The Black Betty Trio.

 

Aún hoy continúa dando conciertos de forma esporádica o incluso acudiendo a galas benéficas. 

 

 

Además, cuando no está cantando, tampoco está parado. Lleva años dedicando gran parte de su tiempo a la Fundación Miguel Ríos, cuyo objetivo es, según reza en su página web “acercar a la cultura a los jóvenes a través de la música de su ocio y promover el conocimiento e investigación de las músicas populares urbanas”.

 

Esta actividad lo hace sobre todo en Granada, su tierra, donde realiza talleres, Festivales, exhibiciones… y se involucra en todo tipo de actos que tengan que ver con la música y más si tienen un componente benéfico.

 

 

La vida privada de Miguel Ríos.

 

 

Sin duda es un hombre que además de su carrera de su pasión por la música tiene vocación de ayudar a los demás y vivir en comunidad.

 

Sin embargo, siempre ha sido extremadamente prudente a la hora de mostrar nada que tuviera que ver con su vida privada.

 

 

Sí hay constatación de que su mujer fue Margaret Watty, a la que apenas conocimos y que con ella tuvo una hija que siente la misma pasión por el arte que él.

 

No obstante, después de aquello no hay certeza de que haya habido nadie más con quién haya compartido su vida.

 

Durante un tiempo se habló de una mujer llamada Regina, pero nadie puede confirmarlo.

 

Él vive tranquilo, en su Granada del alma, lejos del foco mediático (haciendo excepciones solo cuando lo considera oportuno) y feliz.