Qué fue de Micky Molina, hijo de Antonio Molina y exmarido de Lydia Bosch: de su trágico accidente a su oficio actual en el cine

El exmarido de Lydia Bosch ha superado una vida llena de altibajos personales y profesionales, mientras sigue centrado en su vida familiar y dedicándose al mundo del arte.

 

Micky Molina pertenece a una de las sagas de artistas más reconocidas de nuestro país. Hijo del mítico cantaor y actor Antonio Molina y hermano de la actriz Ángela Molina, Miki ha desarrollado una prolífica carrera como actor, director y músico, aunque su vida personal no ha estado exenta de episodios mediáticos que lo han posicionado en el centro de la polémica, desde sus relaciones sentimentales hasta su grave accidente de tráfico que marcó un antes y después en su vida.

Te contamos todos los detalles.

Una vida marcada por el arte de su familia

La familia de Micky Molina siempre ha estado vinculada al arte.

El actor es el sexto de ocho hermanos, casi todos ellos artistas. Ángela, Paula, Mónica y Noel Molina han destacado en distintos ámbitos artísticos, desde la interpretación hasta la música, y Micky no fue la excepción.

A lo largo de su carrera ha combinado la interpretación, la música y la dirección, tanto en el cine como en el teatro.

Su nombre estuvo muy presente en los años 90′, especialmente tras su participación en la exitosa serie de televisión ‘Lleno, por favor’ en 1993, junto a Alfredo Landa y Lydia Bosch, papel que le valió un premio de la Unión de Actores.

En los años siguientes participó en otras producciones destacadas, como ‘¿Quién da la vez?’ y la mítica ‘Ana y los siete’ en 2002, aunque su paso por esta última terminó abruptamente tras un conflicto con la mismísima Ana Obregón, su entonces compañera de reparto. Pese a estos altibajos, Micky Molina nunca se desvinculó del mundo artístico.

En 2018 debutó como director con su primer largometraje, ‘Un tiempo preciso’, donde rindió homenaje a su padre incluyendo algunas de sus inolvidables canciones.

Más recientemente ha participado en proyectos como ‘Gina’ en 2023 o ‘Laberinto de sombras’ en 2024, así como en series como ‘Centro Médico’ y ‘Veneno’, donde volvió a demostrar su versatilidad frente a las cámaras. También ha trabajado en teatro, tanto como actor, director y guionista.

Una vida sentimental de altos y bajos

La trayectoria profesional de Micky Molina ha ido de la mano de una vida sentimental muy intensa.

A principios de los años 90′ inició una relación con la actriz Lydia Bosch, a quien conoció en el rodaje de ‘Lleno, por favor’.

Su historia de amor fue muy mediática: empezaron a salir en 1991, tuvieron a su hija Andrea en 1992, se casaron en 1994 y, apenas un año después, se separaron.

Pese a la ruptura, siempre han mantenido una relación cordial por el bien de su hija.

Más adelante, Micky Molina tuvo una relación con la modelo danesa Kirsa van Pallandt, con quien tuvo dos hijos: Clara y Adrián.

Posteriormente, fue padre por cuarta vez junto a la productora islandesa Katrin Olafsdóttir, con quien tuvo a Antonio.

En entrevistas ha asegurado que sus hijos son lo más importante de su vida, y que son ellos quienes le motivan cada día.

Incluso ha revelado que es abuelo de un niño llamado Nicolás, hijo de Clara, que vive en Barcelona.

Otra de sus relaciones más comentadas fue su breve romance con Ana Obregón.

Su vínculo fue tan apasionado como fugaz.

La prensa del corazón los captó en imágenes muy comprometidas en el interior de un coche en diciembre de 2021.

La relación no prosperó y ambos decidieron tomar caminos separados cuando una conocida revista publicó en exclusiva dichas imágenes.

En la actualidad mantiene una relación sentimental con Sandra Blakstad, con quien protagonizó su primer trabajo como realizador en ‘Un timpo precioso’.

Un accidente de tráfico que marcó su vida

Uno de los momentos más oscuros de su vida tuvo lugar en 2014, cuando protagonizó un desafortunado suceso que marcó un antes y después en su vida.

En estado de embriaguez, atropelló a un niño de 9 años con su coche en Ibiza.

Aunque el menor solo sufrió heridas leves y el caso no tuvo mayores consecuencias legales, el episodio causó una gran polémica y supuso un antes y un después en su vida.

Micky se alejó durante un tiempo del foco mediático y centró sus esfuerzos en reconstruirse personal y profesionalmente.

Desde entonces, ha vivido con mayor discreción, entregado a su familia y a su vocación artística.

Aunque no ha recuperado la fama de antaño, se mantiene activo en el mundo audiovisual, especialmente en producciones teatrales y en pequeños proyectos audiovisuales.

Consciente de los errores del pasado, Micky Molina ha manifestado en varias entrevistas su deseo de mantenerse alejado del ruido mediático y centrarse en lo verdaderamente importante: su familia y su arte.

Aunque no descarta regresar a proyectos más visibles mediáticamente, ahora elige con calma sus proyectos priorizando las historias que le conmueven y los equipos humanos con los que conecta.

Para él, el éxito ya no se mide en fama o reconocimiento, sino en poder seguir trabajando con libertad y verdad, y en paz consigo mismo.